10 de mayo de 2016

DESHIDRATACIÓN


Deshidratación es cuando nuestro organismo pierde más agua de la que se ingiere, es decir cuando el balance hídrico es negativo. Esta pérdida de agua a menudo va acompañada de la pérdida de sales minerales o electrolitos, fundamentalmente sodio y potasio.
En condiciones normales nuestro cuerpo pierde 2-2,5 litros de agua diarios; este agua perdida se debe reponer para mantener la hidratación.
Estas pérdidas se producen al respirar, orinar, defecar y sudar.
Durante la actividad deportiva se produce una gran cantidad de calor, que hace aumentar la temperatura corporal, este calor debe ser transferido hacia el exterior y los mecanismos que nuestro organismo utiliza son disipación de calor a través de la radiación (aumenta el volumen sanguíneo y se envía más sangre a la piel) y el otro mecanismo es aumentar el rango de producción de sudor.
Debido a este aumento en la producción de sudor se produce una mayor pérdida de agua y electrolitos, que podría llevar a un estado de deshidratación si no se lleva a cabo una reposición de fluidos y electrolitos adecuada, y como consecuencia una disminución en el rendimiento deportivo; por esta razón los deportistas deben seguir unas pautas para conseguir una hidratación óptima para la realización de la práctica deportiva. Tan sólo una pérdida de un 2% en el agua corporal da como resultado una reducción importante en el rendimiento deportivo.
La importancia de la hidratación es debida a que principalmente el agua es el componente mayoritario de nuestro organismo. Es el componente mayoritario en las células (excepto en las células grasas), lubricante para el cerebro y las articulaciones, transporta los nutrientes a las células y retira las sustancias de desecho de estas, forma el plasma sanguíneo, juega un papel importante en la digestión y absorción de los alimentos, mantenimiento de la tensión arterial, buen funcionamiento de los riñones, regulación de la temperatura corporal (eliminación de agua a través del sudor), etc.
La mejor estrategia que pueden utilizar los deportistas para evitar la deshidratación, es compensar la pérdida de fluidos y electrolitos mediante unas pautas de toma de líquidos antes, durante y después del ejercicio.
Tomando estas medidas se conseguirá además evitar que se produzcan problemas que van asociados  a las pérdidas de fluidos como son los calambres por calor, agotamiento por calor, golpe de calor e hiponatremia.

En el deporte, además de realizar una ingestión adecuada de nutrientes, es fundamental realizar una hidratación adecuada; ambas estrategias nutricionales nos van a llevar a conseguir un mejor rendimiento físico y mental.

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