Los expertos aconsejan
pasar por lo menos dos horas de la jornada laboral de pie. El sedentarismo
aumenta el riesgo de cardiopatías, obesidad, diabetes y algunos cánceres. Se
recomienda levantarse con frecuencia para evitar pasar mucho tiempo seguido
sentados.
Ernest Hemingway solía
escribir de pie, frente a un estante que le llegaba a la altura del pecho,
donde tenía colocada su máquina de escribir. Algo similar hacía el filósofo
Soren Kierkegaard y también el novelista Eduardo Mendoza, quien da vida a sus
personajes sobre un pupitre de madera alto. Ese hábito de alejarse del
escritorio y la silla para trabajar, lejos de ser una excentricidad de artista,
resulta ser un hábito muy saludable, capaz de alejarnos de enfermedades como la
obesidad, la diabetes o las cardiopatías.
Así lo vienen
reivindicando desde hace años numerosos estudios científicos que han vinculado
nuestra tendencia al sedentarismo con problemas de salud. Esta semana, además, se ha
sumado la publicación de una guía de
recomendaciones, la primera que existe de este tipo, para reducir los riesgos de pasar
demasiado tiempo sentados. Según este documento, elaborado por un panel de
expertos del Reino Unido a petición del sistema sanitario público de ese país y
publicado en The British Journal of Sports Medicine, al menos
deberíamos pasar dos horas de la jornada laboral de pie, aunque recogen que lo
más conveniente sería duplicar esa cantidad de tiempo. Además, aconsejan tomar
pequeños descansos con frecuencia para evitar estar mucho tiempo seguido
delante del ordenador sin movernos.
La guía evalúa y recoge
las pruebas disponibles hasta el momento que vinculan un estilo de vida
sedentario con el riesgo incrementado de padecer enfermedades metabólicas, pero también hipertensión e incluso cáncer.
En este sentido, hace
unos meses se publicó un extenso estudio en “Annals of Internal Medicine”, que revisaba 47
investigaciones previas que analizaban la relación entre estar sentado y
mortalidad prematura. Entre las conclusiones a que llegaba destacaban que
aquellas personas que pasaban una gran cantidad de tiempo sentadas tenían un
riesgo un 24% mayor de morir debido a problemas de salud durante el tiempo que
duraba el estudio, que era de hasta 16 años, en comparación con aquellas que
llevaban una vida menos sedentaria.
Asimismo, vieron que
calentar la silla muchas horas estaba asociado con un 18% más de probabilidad
de padecer enfermedad cardiovascular, un 17% cáncer, un 19% diabetes de tipo 2.
También tomaron en consideración si los voluntarios de los distintos estudios
practicaban deporte y comprobaron que, si bien su riesgo de enfermedad era
menor, el ejercicio no contrarrestaba todos los efectos negativos del
sedentarismo.
“De media, nos pasamos
más de la mitad del día sentados, ya sea trabajando delante del ordenador o
viendo la televisión. Nuestro estudio demuestra que, a pesar de los muchos
beneficios que tiene el deporte para la salud, no es suficiente para reducir el
riesgo de enfermedades provocadas por el sedentarismo”, afirmaba entonces David
Alter, investigador de la Red Universitaria de Salud de Toronto (Canadá), en un
comunicado de prensa.
En otro estudio en el
que participaron hombres y mujeres que practicaban la misma cantidad de
ejercicio cada día, los científicos comprobaron que por cada hora adicional que
pasaban sentados, disminuían sus niveles de buena forma física.
Estar sentados, ¿el nuevo tabaco?
Se calcula que entre un
60 y un 75% del tiempo que pasamos despiertos lo hacemos sobre un asiento. Y el
problema es que tenemos un cuerpo diseñado para moverse y no para tanta inactividad.
Según un estudio realizado por científicos del Centro de Investigación en Biomedicina
Pennington, en Los Ángeles, si redujésemos la cantidad de horas que nos pasamos
en un asiento a tres al día, aumentaríamos nuestra esperanza de vida en casi
dos años.
Pero, ¿por qué resulta
tan pernicioso para la salud estar sentados? El vínculo entre vida sedentaria y
problemas de salud comenzó a observarse en la década de los años 50, cuando los
médicos se percataron de que los conductores del popular autobús rojo de doble
piso de Londres tenían dos veces más probabilidades de padecer un ataque al
corazón que sus compañeros que iban de pie cobrando el billete a los pasajeros.
Desde entonces se han
realizado numerosos estudios que señalan que la causa de ese efecto
negativo podría ser que la inactividad ralentiza el metabolismo y eso afecta a
la capacidad del organismo de regular los niveles de glucosa en sangre, así
como la presión sanguínea; disminuye la descomposición del colesterol dañino y
reduce la quema de calorías. Tan negativo es el impacto del sedentarismo sobre
la salud que incluso algunos expertos lo han llegado a comparar con
fumar.
La Vanguardia 3/06/15.
La Vanguardia 3/06/15.
No hay comentarios:
Publicar un comentario